Ven, Espíritu Divino

Así comienza la secuencia de la Solemnidad de Pentecostés:  último domingo de Pascua y dedicado a la tercera persona de la Santísima Trinidad.

El Papa Francisco nos recuerda que hay que poner el énfasis en la palabra “ven”, invocarle cada día para que se haga presente en nuestras vidas.

Desde el inicio de la Pascua son siete semanas (cincuenta días) para llegar a este, en que celebramos la manifestación del Espíritu -como lenguas de fuego- y el envío de los discípulos de Jesús, y recordar que, aunque Él se fue, el Espíritu permanecerá siempre con nosotros.

Espíritu que en las Sagradas Escrituras aparece en muchos momentos y que se manifiesta en formas tan alegóricas y poéticas como una paloma, una nube, un soplo o un viento…, también aparece en momentos importantes en la vida de Jesús: encarnación, bautismo…,  hoy continúa aquí, cada vez que lo invocamos.

Espíritu que otorga sus siete dones -sabiduría, entendimiento, consejo, piedad, fortaleza, ciencia y temor de Dios- según la fe de sus siervos,  que envía su luz desde el cielo, que además de luz, es fuente, descanso, tregua, brisa y gozo, sanando el corazón enfermo. Que inunda de gozo, enriquece, alienta, riega, infunde calor, guía y salva al que busca salvarse.

En tiempo de Pascua, preparemos la llegada del Espíritu e invoquemos diariamente su presencia para “que renueve la faz de la Tierra” y que sintamos que verdaderamente, “el Espíritu de Dios hoy –cada día– está sobre mí” para proclamar la Buena Nueva, la gracia de la Salvación.

Con esa intención y para profundizar en la Vocación Bautismal del Laico, el 18 de mayo de 2024, participamos en la Celebración Diocesana de la Vigilia de Pentecostés que es el día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar y que se celebró en Villanueva de la Serena.

La acogida se realizó en la parroquia San Francisco de Asís a las 18:00 h. Después hubo una ponencia y mesa redonda con testimonios en el cine Las Vegas y a las 20:30 h celebramos la Vigilia en la parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción.

Para unirnos todos en esta celebración, suspendimos las Eucaristías de la tarde de ese sábado en todas las parroquias del arciprestazgo. Y en esa jornada tuvimos un gesto fraterno con los cristianos de Tierra Santa que debido al conflicto armado y a la desaparición de las peregrinaciones, estaban en más dificultades de las habituales y realizamos una colecta, en la que se recaudó 2.869,92 € y que se envió a través de la Custodia Franciscana.

“Y danos tu gozo eterno”.