Viaje a Guadalupe
Ir de peregrinación es siempre una buena ocasión para expresar la fraternidad cristiana mediante la convivencia, la amistad, la espontaneidad, la devoción y el amor.
Con este espíritu, el pasado 6 de septiembre de 2019, unos 230 peregrinos de nuestro arciprestazgo, de los que 50 éramos de nuestra parroquia de Campanario, nos unimos a la gran cantidad de peregrinos que cada día de Santa María de Guadalupe se acercan al Santuario de la patrona de Extremadura y Reina de La Hispanidad.
Esta propuesta de peregrinar el día de la Virgen de Guadalupe a su Santuario surgió en nuestro arciprestazgo con la intención de potenciar la devoción a Guadalupe y acompañar al arzobispo el 6 de septiembre, día que él preside la Eucaristía.
Hacia las 7 de la tarde llegamos a Guadalupe para poder participar del Sacramento del Perdón y, seguidamente, de la Eucaristía, presidida por nuestro Arzobispo, D. Celso Morga Iruzubieta.
Allí, como en tantas otras ocasiones, nos sentimos escuchados y queridos por nuestra Madre. Tras la Eucaristía, entre aplausos y salves, tuvo lugar un momento muy emotivo para los presentes, la bajada de la Virgen de su camarín a lo que llaman “La cama de la mora” situada en la parte izquierda del presbiterio, adornada con cortinas de seda de Milán y Damasco, donde permanece cada año hasta el día siguiente que es trasladada hasta el trono o baldaquino de terciopelo rojo, en la parte central del presbiterio.
Nuestro regreso fue hacia las once de la noche, después de una tarde disfrutando del patrimonio histórico, artístico, gastronómico y religioso de Guadalupe, centro de peregrinación por excelencia para los extremeños.
¡Que Santa María de Guadalupe nos acoja con los brazos abiertos muchos más años!
